Hoy, quizás, es uno de estos días en los que te levantas con ganas de escribir pero en realidad no sabes de qué. Me paró a pensar, pienso; sigo pensando pero…. oye es agosto y en verano se piensa lo justo ¿para qué más? Eso es a lo único que llegan mis pensamientos, por lo que si pensar no me sirve de nada, recurro a observar; ¿qué veo? Pues el salón de mi casa, un libro en lo alto de la mesa el cual ahora mismo debería de estar estudiándomelo, algún que otro juguete de la pequeña por ahí y poco más. Pero espera, ¿que veo? Sí, por fin hay algo que llama mi atención. Unas fotos, esas que llevan ahí puesta posiblemente más años que yo viviendo pero nunca me paré a observarlas. Son bonitas, pero ya eso lo sabía, las observo, una y otra vez y logro ver el significado sentimental que dentro de mi causan, posiblemente sea porque en una de ellas sale una persona la cual ya no nos acompaña en este camino que no es de rosas precisamente. Sí, es posible pero es que nunca me di cuenta que en esas dos fotos salen las personas que desde mi primer llanto al nacer hasta hoy en día me han apoyado, mimado, regañado, enfadado, querido, salen esas personas que me han hecho feliz (entre otras) y que con sus esfuerzos y sus momentos han logrado que yo sea la persona que hoy en día soy. Con mis virtudes y mis miles de defectos pero así soy y desde aquí a ellos se lo tengo que agradecer. Bueno miento, todas las personas de las fotos no escucharon mi primer llanto, todas menos una, esa persona que yo sí que escuché el suyo y ahora soy yo la que la mimo, regaño, enfado, la hago sonreír pero sobre todo la quiero, es mas la amo. Abuelo, papá, mamá y nani ustedes sois las personas de esa foto, la foto que ahora aprecio más que nunca… MIL GRACIAS!!
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