Cuando algo no va bien, cuando algo se desvía de su cauce, cuando nuestras previsiones no se cumplen… da igual cual sea el motivo, el problema siempre será el mismo: un obstáculo que nos impide seguir hacia adelante. Es ahí cuando podemos seguir dos caminos, el de lamentarse, venirse abajo, acordarse de la madre de muchas cosas y personas y seguidamente no saber qué hacer. Es cierto que alguna vez todos hemos andado por ese camino, yo también, pero no es el correcto o al menos no es el que viene conmigo. Yo prefiero el camino de la lucha, el de sacar pecho, el de mirar al horizonte y andar hacia adelante saltando todo lo que se ponga en mi camino. Nada en esta vida viene de regalo, todo cuesta aunque sea un mínimo esfuerzo, y menos mal sino nos hubiéramos convertido en verdaderos idiotas. Lucha por lo que quieres, por tus sueños y tus deseos. Salta los obstáculos y cuando llegues a la meta tu satisfacción será doble. Cree en tus posibilidades, ánimo...
TÚ PUEDES.
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